lunes, 13 de agosto de 2012

el testamento de zabulon


testamento de zabulon.- 

El sexto hijo de Jacob y Lea.
CHAP. I.Zabulón, sexto hijo de Jacob y Lea. El inventor y filántropo., Lo que
aprendió como resultado de la conspiración en contra de José.
La copia de las palabras de Zabulón, que ordena en sus hijos antes de
morir en los ciento catorce años de su vida, dos años después de la
muerte de José.
2 Y les dijo: Escuchadme, hijos de Zabulón atender a las palabras de su padre.
3 Yo, Zabulón, nació un buen regalo a mis padres.
4 Para cuando yo nací mi padre se incrementó grandemente, tanto en
rebaños y manadas, cuando con las barras straked tuvo su parte.
5 Yo no soy consciente de que he pecado todos mis días, salvo en el
pensamiento.
6 ni aún puedo recordar que me han hecho ninguna maldad, excepto el
pecado de la ignorancia que he cometido en contra de José, porque yo
pacto con mis hermanos no decirle a mi padre lo que había hecho.
7 Pero yo lloraba en secreto durante muchos días a causa de José,
porque temía que mis hermanos, porque habían acordado todos que si
alguien debe declarar el secreto, le matase.
8 Pero cuando quiso matarlo, que les hizo un juramento tanto con las
lágrimas de no ser culpable de este pecado.
9 Para Simeón y Gad fue ante José para matarlo, y él les dijo con
lágrimas: Piedad de mí, mis hermanos, ten piedad de las entrañas de
nuestro padre Jacob: pongas sobre mí tu mano para derramar sangre
inocente, porque yo he no pecó contra ti.
10 Y si en verdad me han pecado, castigo con castigar a mí, mis
hermanos, pero no estaba sobre mí tu mano, por el bien de nuestro
padre Jacob,
11 Y como él dijo estas palabras, llorando mientras lo hacía, yo era
incapaz de soportar sus lamentos, y comenzó a llorar, y mi hígado se
derramó, y toda la sustancia de mis entrañas se soltó.
12 Y he llorado con José y sonó mi corazón, y temblaban las
articulaciones de mi cuerpo, y no pudo ponerse de pie.
13 Y cuando José me vio llorar con él, y que viene contra él para
matarlo, huyó tras de mí, suplicando a ellos.
14 Pero mientras que Rubén se levantó y dijo: Venid, hermanos míos, no
debemos matarlo, pero vamos a echarlo a uno de estos pozos secos, que
nuestros padres cavado y no encontró agua.
15 Porque por esto el Señor prohibió que el agua debe subir en ellos
para que José debe ser preservado.
16 Y lo hicieron, hasta que lo vendieron a los ismaelitas.
17 Porque en su precio que no tenía ninguna cuota, a mis hijos.
18 Sin embargo, Simeón y Gad y otros seis de nuestros hermanos tomó el
precio de José, y compró sandalias para sí mismos, y sus esposas y sus
hijos, diciendo:
19 No comáis de él, porque es precio de sangre de nuestro hermano,
pero que seguramente va a pisar con los pies, porque dijo que iba a
ser rey sobre nosotros, y así vamos a ver qué será de sus sueños.
20 Por tanto, está escrito en
p. 245
la redacción de la ley de Moisés, que todo aquel que no levanta
descendencia a su hermano, su sandalia se soltó, y se debe escupir en
la cara.
21 Y los hermanos de José no quería que su hermano debe vivir, y el
Señor de ellos soltó la sandalia que llevaba contra su hermano José.
22 Para cuando llegaron a Egipto que se desató por los funcionarios de
José fuera de la puerta, por lo que se inclinaban a José a la manera
del rey Faraón.
23 Y no sólo hacen una reverencia a él, pero también se escupido,
cayendo delante de él inmediatamente, por lo que fueron puestos a la
vergüenza antes. los egipcios.
24 Porque después de esto los egipcios escuchado todos los males que
habían hecho a José.
25 Y después fue vendido a mis hermanos se sentaron a comer y beber.
26 Pero yo, a través de piedad por José, no comer, pero visto el hoyo,
ya que temía que Simeón Judá, Dan, Gad y debe salir corriendo y
matarlo.
27 Pero cuando vieron que yo no comía, que me puso a verlo, hasta que
fue vendido a los ismaelitas.
28 Y cuando Rubén se acercó y oyó que mientras él estaba ausente José
había sido vendido, rasgó sus vestiduras, y el duelo, dijo:
29 ¿Cómo me veo en la cara de mi padre Jacob? Y él tomó el dinero y
corrió detrás de los comerciantes, pero como no encontró a su regreso
de duelo.
30 Pero los comerciantes habían abandonado el camino ancho y marcharon
a través de los Trogloditas por un atajo.
31 Pero Rubén se entristeció, y no comían comida ese día.
32 Dan por lo tanto se le acercó y le dijo: No llores, ni llorar,
porque hemos encontrado lo que podemos decir a nuestro padre Jacob.
33 Vamos a matar a un macho cabrío, y sumergir en ella la mano de
José, y vamos a enviar a Jacob, diciendo: Sabe, es esta capa la de tu
hijo?
34 Y lo hicieron. Para que se despojó de su abrigo de José cuando lo
estaban vendiendo, y puso sobre él la ropa de un esclavo.
35 Y Simeón tomó la capa, y no renunciar a ella, porque deseaba que la
rompa con su espada, como él estaba enojado de que José vivía y que no
le había matado.
36 Entonces todos se levantaron y le dijo: Si tú no das la mano, vamos
a decir a nuestro padre que tú solo hiciste esto mal en Israel.
37 Y así que él se lo dio a ellos, y ellos ni siquiera como Dan había dicho.
CHAP. II.
Se insta a la simpatía humana y la comprensión de nuestros semejantes.
Y ahora los niños, le (sic) para mantener los mandamientos del Señor,
y para mostrar misericordia al prójimo, y tener compasión para con
todos, no sólo a los hombres, sino también a las bestias.
2 A todos los ha venido esta cosa es que el Señor me bendijo, y cuando
todos mis hermanos estaban enfermos, me escapé sin enfermedad, porque
el Señor conoce los efectos de cada uno.
3 ¿, por lo tanto, la compasión en sus corazones, mis hijos, porque
aun cuando el hombre cometa, a su vecino, aún así también el Señor
hacer con él.
4 Para los hijos de mis hermanos estaban enfermando y muriendo a causa
de José, porque no mostró piedad en su corazón, pero mis hijos se
conserva
p. 246
sin enfermedad, como sabéis.
5 Y cuando estaba en la tierra de Canaán, por la costa del mar, he
hecho una captura de peces de Jacob, mi padre, y cuando muchos se
ahogaron en el mar, yo seguía ileso.
6 Yo era el primero en hacer un barco para navegar en el mar, porque
el Señor me dio la comprensión y la sabiduría en esto.
7 Y he decepcionado un timón detrás de él, y me extendió una vela a
otra pieza vertical de madera en medio.
8 Y he navegado en él a lo largo de las costas, la captura de peces
para la casa de mi padre hasta que llegamos a Egipto.
9 Y a través de la compasión que compartí mi captura con todo extranjero.
10 Y si un hombre fuera un extraño, o enfermo, o de edad avanzada, me
pescado hervido, y vestía bien, y les ofreció a todos los hombres,
como necesidad de cada uno, con el duelo y tener compasión de ellos.
11 Por tanto también el Señor me ha satisfecho con la abundancia de
peces en la captura de peces, por el que shareth con su vecino del
colector recibe más del Señor.
12 Durante cinco años he pescado y se entregó a la misma a cada hombre
a quien vi, y era suficiente para toda la casa de mi padre.
13 Y en el verano pescado, y en invierno me quedé ovejas con mis hermanos.
14 Ahora yo os anunciamos: lo que hice.
15 Vi a un hombre en apuros a través de la desnudez en invierno, y se
compadeció de él, y robó una prenda secreto de la casa de mi padre, y
se la dio al que estaba en peligro.
16 ¿Usted, por lo tanto, mis hijos, de la que Dios derrama sobre
vosotros, mostrar compasión y la misericordia sin vacilación a todos
los hombres, y dar a cada hombre con un buen corazón.
17 Y si no tenéis los medios para dar al que tiene necesidad, tener
compasión por él en entrañas de misericordia.
18 Yo sé que mi mano no encuentra los medios para dar al que necesita,
y caminé con él llorando por siete estadios, y mis entrañas anhelado
hacia él en la compasión.
19 Ha, por lo tanto, también vosotros, mis hijos, la compasión hacia
todos los hombres con la misericordia que el Señor puede también tener
compasión y misericordia de ti.
20 Porque también, los últimos días, Dios envió a su compasión en la
tierra, y donde quiera que halla entrañas de misericordia, habita en
él.
21 Porque en la medida en que un hombre tiene compasión de sus
vecinos, en el mismo grado, tiene el Señor también con él.
22 Y cuando fuimos a Egipto, José no guardaba rencor contra nosotros.
23 ¿A quién poniendo atención, así también haced vosotros, hijos míos,
ustedes aprueban sin malicia, y amarnos unos a otros, y no
establecidas en cuenta, cada uno de ustedes, el mal contra su hermano.
24 Para esta unidad quebranta y reparte todos los parientes, y
atormenta el alma, y weareth lejos el rostro.
25 Observar, por lo tanto, las aguas, y saber cuándo fluyen juntas,
barrido a lo largo de las piedras, los árboles, la tierra y otras
cosas.
26 Pero si se dividen en muchas corrientes, la tierra se los devora, y
se desvanecerá.
27 Y vosotros también seréis vosotros si se puede dividir. No seáis,
pues, dividido en dos cabezas de todo lo que el Señor hizo. Pero tiene
una cabeza y los hombros de dos, dos manos, dos pies, y todos los
miembros restantes.
28 Porque he aprendido en el
p. 247
la escritura de mis padres, que habéis de ser dividido en Israel, y
seréis seguir dos reyes, y trabajará toda cosa abominable.
29 Y vuestros enemigos que tienen cautivos, y seréis mal suplicó entre
los gentiles, con muchas enfermedades y tribulaciones.
30 Y después de estas cosas se os recuerde al Señor y se arrepientan,
y él tendrá piedad de ti, porque Él es misericordioso y compasivo.
31 Y Él no hace habitar en cuenta el mal contra los hijos de los
hombres, porque son carne, y se engaña a través de sus propias malas
acciones.
32 Y después de estas cosas no se levantará hasta que el mismo Señor,
la luz de la justicia, y vosotros volverá a su tierra.
33 Y vosotros le veremos en Jerusalén, por amor de su nombre.
34 Y otra vez a través de la maldad de sus obras se os provocar a ira,
35 Y seréis echados fuera por él hasta el momento de la consumación.
36 Y ahora, mis hijos, no te aflijas que me estoy muriendo, ni será
echado en el que estoy llegando a mi final.
37 Porque se levantarán de nuevo en medio de ti, como un gobernante en
medio de sus hijos, y me regocijo en medio de mi tribu, tantos como se
guardan la ley del Señor, y los mandamientos de Zabulón su padre.
38 Pero a los impíos será el Señor traer fuego eterno, y los destruyen
por todas las generaciones.
39 Pero ahora estoy apresurando fuera a descansar, al igual que
también mis padres.
40 Pero, ¿teméis al Señor nuestro Dios con todas tus fuerzas todos los
días de tu vida.
41 Y cuando hubo dicho estas cosas, se quedó dormido, en una buena vejez.
42 Y sus hijos le pusieron en un ataúd de madera. Y después se lo
llevaron y lo sepultaron en Hebrón, con sus padres.

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